Guindi Arquitectos: Alan Tatarsky Guindi y Moises Guindi Dabbah

Entrevista: Samia Becil Canavati
Fotos: Cortesía Guindi Arquitectos / Alejandro X. García S.
Guindi Arquitectos lleva el apellido que estos primos y socios comparten, y aunque ninguno de los dos tiene el título de arquitecto, han formado un equipo que los distingue de cualquier otro despacho en la industria. Alan se encarga de la parte administrativa, mientras que Moises lidera la parte creativa. “La mayoría de nuestros competidores directos son dos o tres arquitectos. Nosotros, al haber estudiado cosas diferentes, podemos ofrecer a nuestros clientes un mejor control del proyecto, los alcances y el presupuesto”, comenta Alan. Actualmente, su equipo cuenta con 20 personas, de las cuales 14 son arquitectos. Comenzaron hace nueve años, cuando ambos aún cursaban sus carreras universitarias: Moises, con 23 años, estudiaba diseño industrial; Alan, con 21, administración. “Justo estaba saliendo de una empresa de publicidad cuando Moi estaba trabajando con un tío que es arquitecto, haciendo algunos muebles y teniendo algunos proyectos pequeños y un día le dije que le quería aportar algo”, relata Alan. Moises agrega: “Lo más interesante de esta relación laboral es que a mí me cayó del cielo, porque yo me encargaba de la parte creativa, pero no tenía ninguna estructura. Cuando nos unimos, estaba haciendo la casa de un amigo y Alan se dio cuenta de que estaba perdido en cuanto a la administración. Ahí establecimos los roles: yo volar, diseñar y crear, y él estructurar las bases. Así comenzó nuestra mancuerna, y puedo decir que al día de hoy muy pocos despachos tienen algo similar.”
¿De dónde sacan su inspiración?
Moises: Una de mis grandes ventajas es que no soy arquitecto, soy diseñador industrial, lo que me da una mentalidad completamente distinta. Con mi formación, aprendí a diseñar desde lo más pequeño, desde un salero, así que mi enfoque es de adentro hacia afuera. Mi mayor fuente de inspiración es la calle: caminar, ir a un hotel, visitar tiendas, restaurantes, hoteles… Eso es lo que realmente alimenta mi creatividad.
¿Qué es lo que más les gusta hacer?
Moises: La construcción de casa habitación. Que nos den un lote desde cero, estudiar el perfil del cliente, sus necesidades, y empezar a trabajar con una hoja en blanco. Esto nos permite a nosotros y al cliente elegir todo: desde la orientación del sol y la ventilación, hasta cómo interconectar las zonas. Las casas nos dan la oportunidad de cumplir con la mayoría de los deseos de nuestros clientes. La mayoría de nuestros proyectos actuales son departamentos residenciales de lujo y también nos gusta porque el nivel de detalle es espectacular y trabajamos con materiales increíbles, pero los edificios tienen sus limitantes.
Alan: Este año comenzamos con proyectos de construcción, pero la mayoría de nuestros trabajos son remodelaciones integrales. También estamos haciendo proyectos corporativos, como oficinas y la sede de una agencia de coches. Lo que hacemos es un trabajo a la medida. Nos enfocamos mucho en entender al usuario, porque el diseño realmente es subjetivo. Nuestra fórmula es conocer las necesidades del espacio, los gustos del cliente y crear un proyecto personalizado a partir de ello.



¿Qué impacto creen que tienen las tendencias actuales en su trabajo?
Moises: Muchísimo. Hoy en día, las plataformas digitales permiten a los clientes acceder fácilmente a inspiración y querer algo personalizado y especial. Antes, cuando el acceso a internet no era tan sencillo, confiaban más en el estilo del arquitecto. Ahora nos llegan con referencias de películas o imágenes, pidiendo cosas como una vista doble altura cuando su departamento no lo tiene (risas). Las tendencias actuales nos desafían constantemente y nos impulsan a crecer.
¿Cuál creen que haya sido uno de los retos más grandes al que se han enfrentado en el proceso de convertirse en un despacho de arquitectura reconocido?
Alan: Garantizar al cliente que lo vamos a guiar paso a paso en el momento adecuado. Hay muchas decisiones que tomar, desde el look hasta el precio, y nuestro trabajo es evitar que se sientan abrumados, asegurando que todo funcione y se vea bien.
Moises: Romper estigmas. En nuestra profesión, a menudo se dice que los arquitectos no cumplen con tiempos, costos o expectativas. Nosotros nos enfocamos en desmenuzar el proceso y explicarles a detalle. La relación con los clientes es como un matrimonio; pasas uno o dos años con ellos, hasta el punto de saber dónde guardan su ropa interior (risas). Les damos la confianza necesaria para que puedan disfrutar el proceso de hacer su casa y que sepan que son ellos los que toman las decisiones, mientras nosotros los guiamos para lograrlo. Al final, siempre terminamos siendo amigos de nuestros clientes.
¿Cómo describirían a Guindi Arquitectos? ¿Cuál dirían que es su esencia?
Alan: Transparencia, comunicación y entrega total al proyecto. A medida que crecimos, algunos decían que ya estábamos en otro nivel, o nos veían como una marca muy costosa, pero siempre tenemos espacio para todo tipo de proyectos, siempre y cuando estemos alineados con el cliente y el proyecto sea viable en términos de alcance e inversión. Siempre les decimos a nuestros clientes: “Aunque no cierres con nosotros, elige a quien más confianza te dé”. El diseño te lo puede ofrecer cualquier empresa reconocida, la clave realmente está en la seguridad que te da el equipo que está detrás.
Moises: Ofrecemos un servicio humanizado. Tratamos con personas, no con robots, ni somos el arquitecto rígido que no tiene flexibilidad. Somos humanos y trabajamos para humanos. Siempre le digo a mis clientes: “Trátame como a tu doctor. Dime qué te duele y sabré darte la medicina, la solución. Si escondes los síntomas, no podré darte lo que realmente necesitas”. Es un enfoque de servicio centrado en el ser humano.
¿Cuál es su sueño? ¿Algo que no hayan hecho y que les gustaría hacer?
Moises: Tenemos tres. Uno es diseñar un hotel, desde las habitaciones, el lobby, hasta las amenidades; es algo por lo que vamos a luchar. Otro es crear un restaurante conceptual que impacte desde el momento en que entres. Y, por último, hacer el diseño interior de yates, ya que es un súper reto en cuestión de espacios, tienes que aprovechar cada centímetro y lograr la mezcla perfecta entre funcionalidad y lujo.
¿Qué le dirían a alguien que está empezando en este mundo?
Moises: Confía en ti mismo. Los clientes serán más grandes y tendrán más experiencia en algo, pero confía. Rodéate de personas que sepan más que tú, incluyendo a la gente que trabaja contigo porque el señor que te va a hacer un muro, probablemente ya ha hecho miles. También, todo está en la planeación: si planeas bien, harás menos obra; si planeas mal, la obra será un desastre.
Alan: Les diría que la teoría se aprende en la escuela, pero en la práctica descubres que esto es un negocio. Aunque tengas el lado artístico, para crecer y ser viable, necesitas entender el modelo de negocio que estás creando. Que se rodeen de expertos. Hoy en día, el mundo va hacia la especialización, no hacia los todólogos.


