Bugatti Tourbillon

El renacimiento de la potencia automotriz
En 2004, Bugatti resurgió como una fuerza imparable en la industria automotriz con la introducción del Veyron, un hiperdeportivo que redefinió el lujo y el rendimiento. Con 1,001 caballos de fuerza (CV), fue el primer automóvil en superar los 1,000 CV, estableciendo un nuevo estándar en el automovilismo. En 2016, la marca volvió a superar las expectativas con el Chiron, un automóvil que llevó la potencia a 1,500 CV y reafirmó la posición de Bugatti en la cúspide de la innovación.
Veinte años después, Bugatti ha vuelto a romper barreras con el lanzamiento del Tourbillon, un modelo que no solo continúa el legado de sus predecesores, sino que lo lleva a una nueva dimensión. Con un sistema de propulsión y una plataforma completamente nuevos, el Tourbillon se presenta como una obra maestra de ingeniería y diseño, concebida para perdurar “Pour l’éternité”, para la eternidad.
Un nombre y una filosofía atemporales
El Tourbillon es mucho más que un simple nombre; es una declaración de intenciones. Mate Rimac, director ejecutivo de Bugatti, dejó claro que el desarrollo de este automóvil estuvo profundamente influenciado por los 115 años de historia de la marca. Las palabras del fundador Ettore Bugatti, “Si es comparable, ya no es Bugatti” y “Nada es demasiado hermoso”, guiaron al equipo en la creación de un vehículo que no solo es una obra maestra tecnológica, sino también una pieza de arte que trasciende el tiempo.
El nombre Tourbillon, inspirado en una invención relojera del siglo XIX, refleja el carácter de este automóvil: complejo, hermoso y atemporal. El diseño del Tourbillon toma inspiración de iconos históricos como el Type 57SC Atlantic, el Type 35 y el Type 41 Royale, todos símbolos de belleza, rendimiento y lujo.
A diferencia de otros modelos que llevan el nombre de pilotos de carreras, el Tourbillon captura la esencia de la precisión y la ingeniería avanzada. Así como el tourbillon en la relojería sigue siendo admirado más de 200 años después de su invención, Bugatti ha creado un automóvil diseñado para ser venerado durante generaciones.
La belleza de la velocidad
El Bugatti Tourbillon, como todos los modelos de la marca, está moldeado por la velocidad. Para superar los 400 km/h, cada superficie del automóvil ha sido diseñada no solo para optimizar la aerodinámica, sino también la termodinámica. El diseño sigue cuatro elementos clave presentes en la historia de Bugatti: la parrilla en forma de herradura, la Bugatti Line, la cresta central y la división de dos colores. Estos detalles han evolucionado para crear un automóvil más elegante, emotivo y lujoso que cualquiera de sus predecesores.
Inspirado en la aerodinámica del Type 35 y el Type 57SC Atlantic, el Tourbillon presenta una postura baja y ancha que enfatiza su potencia y velocidad, incluso en reposo. Cada decisión de diseño se ha tomado con el objetivo de transmitir dinamismo, un principio fundamental en Bugatti.
El automóvil incorpora innovaciones tecnológicas avanzadas que mejoran su rendimiento aerodinámico. Entre los avances más notables, se encuentra su alerón trasero, que permanece oculto incluso a altas velocidades para mantener un equilibrio perfecto. El diseño del difusor trasero también es revolucionario, comenzando a ascender detrás de la cabina para garantizar una distribución aerodinámica óptima.
En el centro del diseño del Tourbillon está la icónica parrilla en forma de herradura, que da forma al volumen central del automóvil. Los guardabarros flotantes mejoran el flujo de aire hacia las tomas laterales, optimizando la refrigeración y la aerodinámica. Este flujo de aire se refleja en todo el vehículo, desde el frontal hasta el sistema de refrigeración ultraeficiente.
Las puertas diédricas eléctricas no solo facilitan el acceso, sino que también añaden un toque de dramatismo. Esta combinación de funcionalidad y estilo ofrece una experiencia única desde el momento en que se abren.
Interior atemporal y sofisticado
A diferencia de otros modelos modernos, el interior del Tourbillon apuesta por una experiencia analógica que desafía el paso del tiempo. Inspirado por la relojería de lujo, su interior está diseñado para ser atemporal, con un enfoque en la autenticidad de los materiales y la precisión en los detalles.
La pieza central del interior es un cuadro de instrumentos diseñado por relojeros suizos, compuesto por más de 600 piezas de titanio, zafiro y rubí. Esta obra de ingeniería pesa solo 700 gramos y ofrece una visión sin obstáculos de la instrumentación, independientemente del ángulo.
La consola central, una mezcla de cristal y aluminio, revela el intrincado funcionamiento de los interruptores y la palanca de arranque. Este diseño combina la transparencia del cristal con la robustez del aluminio, creando una experiencia física y táctil inigualable.
Aunque el interior es predominantemente analógico, también incluye tecnología moderna. Una pantalla digital de alta definición, oculta hasta que se necesita, ofrece datos del vehículo y una conexión móvil discreta. Este enfoque asegura que el automóvil siga siendo funcional incluso dentro de 100 años.
Una nueva era en la ingeniería automotriz
El Bugatti Tourbillon marca el inicio de una nueva era con su tren motriz revolucionario. Bugatti ha desarrollado un nuevo motor V16 atmosférico de 8.3 litros, en colaboración con Cosworth. Este motor, junto con un sistema de propulsión eléctrica avanzado, genera 1,800 CV, con 1,000 provenientes del motor de combustión interna y 800 de los motores eléctricos.
Este tren motriz ofrece una combinación única de potencia, agilidad y eficiencia, con una batería de 25 kWh que proporciona más de 60 km de autonomía en modo totalmente eléctrico. A pesar de su impresionante rendimiento, el Tourbillon pesa menos que el Chiron, mostrando una ingeniería increíblemente avanzada.
El sistema de propulsión del Tourbillon no solo es poderoso, sino también innovador. Los ejes eléctricos entregan más de 6 kW por kg de masa, convirtiéndolo en uno de los sistemas más densos en potencia del mundo. Este tren motriz híbrido, junto con una caja de cambios de doble embrague de ocho velocidades, proporciona una experiencia de conducción que combina lo mejor de la tecnología de combustión interna y la electrificación.
Construcción ligera
El Bugatti Tourbillon ha sido diseñado con una estructura de chasis y carrocería completamente nueva, utilizando un compuesto de carbono T800 de última generación. Este material, ligero pero resistente, reduce el peso del automóvil sin comprometer su integridad estructural.
La suspensión multibrazo, forjada en aluminio, ha sido rediseñada para reducir su peso en un 45% en comparación con el Chiron, mejorando el rendimiento y la eficiencia aerodinámica. Los frenos, fabricados con tecnología carbocerámica avanzada, ofrecen una experiencia de frenado precisa y potente, complementando a la perfección el tren motriz híbrido.
Un futuro brillante
El Bugatti Tourbillon, que llegará en 2026, redefine lo que significa ser un hiperdeportivo y establece un nuevo estándar en la industria automotriz. Este automóvil es la culminación de más de un siglo de innovación y diseño, una obra maestra destinada a perdurar.
En palabras de Mate Rimac: “El Tourbillon debía ser incomparable en rendimiento, belleza y exclusividad”. Bugatti ha demostrado una vez más que no sigue tendencias, sino que las crea. El Tourbillon es un testimonio de la excelencia y del compromiso de la marca con empujar los límites de lo posible en el mundo del automóvil.

