Casa Ojiva: El lujo de perderse en la naturaleza

Hay sitios que no solo se visitan, se sienten. Casa Ojiva es uno de ellos. Ubicada en la cima de las barrancas de Santa Bárbara La Cueva, en San Juan del Río, Querétaro, esta joya arquitectónica es más que un hotel de lujo; es una experiencia diseñada para dos personas que buscan salir de la rutina y entrar en otro mundo.
Un refugio suspendido entre la naturaleza y el diseño, donde el tiempo se siente distinto. En Casa Ojiva, el concepto es otro. Son solo tres templos, diseñados para que la privacidad y la conexión con la naturaleza sean lo único que importe. Un refugio perfecto para una escapada en pareja, donde cada espacio tiene su propio carácter y todo está pensado para que te olvides del mundo por un rato.
Cada templo ofrece jacuzzi, fogatero, terraza privada, cama king size, tina, cocina equipada y otros detalles que elevan la experiencia. Pero lo que realmente los distingue es su esencia, con características únicas que los hacen especiales.
Más allá de sus comodidades, su esencia radica en un diseño que parece crecer de la tierra misma. El arquitecto León Higuera se inspiró en la naturaleza para crear un espacio que no compite con el entorno, sino que se fusiona con él. La fachada, con su forma inspirada en hojas, se integra de manera orgánica al paisaje. En el interior, cada detalle ha sido cuidadosamente seleccionado: piedra, troncos y lajas se presentan en su estado más puro, respetando sus texturas y tonalidades naturales. No hay añadidos innecesarios, solo una curaduría que resalta la belleza de lo auténtico.
El lujo está en los detalles, pero la verdadera esencia de Casa Ojiva es la forma en que te desconecta del mundo sin necesidad de irte lejos. Aquí el tiempo toma otro ritmo y cada espacio invita a desconectar. Es un lugar pensado para quienes buscan una pausa sin distracciones, donde la naturaleza y el diseño conviven de forma armoniosa. Llegar es fácil, pero querer irse es otra historia.
