Munich Messe: El megaestadio exclusivo de Adele

Adele, una de las artistas más importantes y queridas de la actualidad, ha logrado consolidarse como una verdadera diva del pop gracias a su estilo único y minimalista. Canciones icónicas como “Rolling in the Deep”, “Hello”, “Someone Like You” y “One and Only” no solo han alcanzado los primeros lugares en las listas de éxitos, sino que también han sido reproducidas millones de veces en plataformas de streaming como Spotify, donde la británica se ha convertido en una de las cantantes más escuchadas a nivel mundial.
Con millones de seguidores repartidos por todo el mundo, no es de extrañar que los conciertos de Adele sean un éxito rotundo en términos de venta de entradas. Su inmensa popularidad hace que sus tickets se agoten en cuestión de horas, incluso cuando se trata de múltiples fechas en una misma ciudad. Esta demanda masiva refleja el fervor que genera cada una de sus presentaciones.
Durante su última gira por Europa, Adele no solo deleitó a sus seguidores con su inconfundible voz, sino que también sorprendió al mundo con una hazaña inédita en la industria musical. En su serie de conciertos en Múnich, Alemania, la cantante británica se convirtió en la única artista en crear un estadio exclusivamente para sus presentaciones. El Munich Messe, una arena desmontable diseñada a la medida, fue construido para albergar a 80,000 personas entre asientos y áreas de pie.
Este colosal recinto, con su imponente estructura al aire libre, cuenta con instalaciones de luces LED y pantallas gigantescas de 220 metros de ancho y 30 metros de altura, convirtiéndose en uno de los escenarios más grandes y espectaculares jamás creados para un evento musical. Las imágenes que circularon en redes sociales revelaron la magnitud del espacio y emocionaron a los seguidores alemanes, quienes no habían tenido la oportunidad de ver a Adele en directo desde 2016.
Uno de los aspectos fue la creación del “Adele World”, un espacio dedicado a los fanáticos donde podían sumergirse en el universo de la artista. Este lugar ofrecía una recreación del pub donde firmó su primer contrato, permitiendo a los asistentes disfrutar de sus bebidas favoritas, además de una amplia selección de restaurantes. Tras lograr agotar las entradas para diez conciertos consecutivos, se estima que alrededor de 750,000 fanáticos de todo el mundo asistieron a este histórico evento.
En el escenario, Adele deslumbró con su elegancia habitual. Su presencia imponente se vio complementada por su característico sentido del humor y carisma, ofreciendo un setlist de 22 canciones, el más extenso de su carrera hasta el momento. Momentos inolvidables marcaron sus presentaciones, como cuando interpretó “Set Fire to the Rain” bajo una lluvia torrencial mientras el escenario se iluminaba con columnas de fuego, creando una puesta en escena impresionante.
Con esta gira, Adele no solo reafirma su estatus como una de las mayores estrellas del pop, sino que también sella su lugar en la historia de la música, dejando un legado de exclusividad, innovación y grandeza que será recordado por generaciones.


